En esta ponencia arribamos a la dimensión de política bibliotecaria de lectura, en tanto una categoría clave para comprender las iniciativas de la Comisión Protectora de Bibliotecas Populares pergeñadas para las bibliotecas populares argentinas entre los años 1931 y 1949. De manera particular, la noción de política bibliotecaria de lectura nos permite profundizar en las propuestas en materia lectora para las bibliotecas populares, surgidas en el seno de la sociedad civil, a través de una institución estatal específica destinada a impulsar el desarrollo de estas asociaciones. La particular imbricación de esta noción surge al considerar que se trata de políticas públicas que se establecen como parte de un dispositivo gubernamental que atiende a las necesidades y los derechos de la población pero que, a la vez, se constituyen como un vehículo de promoción partidaria. Incluso, confluyen en esta conceptualización los principales campos que conviven y se cruzan con el bibliotecario:
literario, político, editorial y social. El discernimiento de las políticas bibliotecarias de lectura se torna más complejo aun, al considerar las diferentes dimensiones de análisis que las componen e interceptan, entre las que mencionamos la estructuración burocrática de la Comisión Protectora y al marco legislativo que regulaba su accionar, el desarrollo cuantitativo de las bibliotecas populares y la institución estatal nacional, la implementación de estrategias de divulgación, la planificación editorial y los contenidos de las publicaciones de la Comisión Protectora, la construcción de un repertorio de lectura legitimado y la segmentación y la representación del lectorado. Por último, destacamos que este concepto transdisciplinar no solo es aplicable a nuestro objeto de estudio, sino que sirve para pensar múltiples agentes, entidades y contextos bibliotecarios en diversos momentos históricos de nuestro país, así como en distintas latitudes.