La educación inclusiva es un enunciado de carácter democrático y universal que, para su materialización requiere de una sistemática revisión de las intervenciones del Departamento de Orientación Educativa (DOE) y supone comprender los procesos de construcción de las subjetividades de las niñeces y juventudes en cada momento socio-histórico. Los encuadres normativos actuales interpelan permanentemente nuestros modos de intervenir desde la orientación educativa, abriendo paso al desafío de la deconstrucción de los modelos o escenarios escolares tradicionales, para promover un posicionamiento que habilite propuestas de intervención pedagógicas más inclusivas.