El trabajo lleva a cabo un análisis empírico exhaustivo del nivel y evolución de la segregación escolar en Argentina desde el año 1992 al año 2010, centrándose particularmente en los alumnos pertenecientes a familias del 20% más pobre de la población. Con ese fin se proponen dos nuevas metodologías al estudio de la segregación: las curvas de segregación percentílicas y la utilización de micro descomposiciones. Los resultados obtenidos son alarmantes: la segregación se incrementó entre 30% y 100% dependiendo del índice y el nivel educativo analizado. Este aumento guarda una estrecha relación con los cambios en las características de las familias en el nivel primario, no así en el nivel secundario.