El tema de la deserción es central al momento de definir políticas universitarias que promuevan principios de equidad social y oportunidades educativas. El objetivo es alcanzar condiciones igualitarias para todos los alumnos, contando con la oportunidad de acceso a las instituciones educativas y de permanencia en ellas. La deserción puede ser vista desde el punto de la la calidad, como un indicador de falta de eficacia al medir la incapacidad del sistema para conservar a los estudiantes y permitirles cursar sin retrasos ni salidas del sistema educativo. En la actualidad se utilizan sistemas de información para realizar seguimiento o registros de deserción, pero es importante detectar las variables que inciden en el proceso de aprendizaje y poder comprender su incidencia en el fracaso antes de producirse la deseción.