La Biología Molecular se dedica fundamentalmente al estudio de la estructura y funcionalidad de proteínas y ácidos nucleicos.
A partir del descubrimiento de la estructura en doble hélice del ADN en 1953, el área ha tenido notorios avances.
El volumen de información generado a partir de la manipulación de secuencias biomoleculares y la creciente potencia de las computadoras para realizar simulaciones de procesos biológicos complejos, han provocado que los Biológos Moleculares deban interactuar con sus pares de las Ciencias de la Computación y las Matemáticas para poder aprovechar la información generada.
Como consecuencia de esta interacción surge la Biología Computacional: área que involucra el desarrollo y uso de técnicas matemáticas y de computación para facilitar el tratamiento de los problemas derivados de la Biología Molecular. Como ejemplo de este trabajo interdisciplinario podemos citar la aplicación de técnicas de bases de datos para almacenar la creciente cantidad de secuencias moleculares descubiertas, y que a través de Internet pueden consultarse, compararse para buscar similitudes y/o diferencias, etc.
Por otro lado, en los últimos 30 años ha existido un creciente interés en el desarrollo de técnicas computacionales para la resolución de problemas complejos, que se basan en la utilización de los principios de evolución y herencia.