Orientar la formación de profesionales agronómicos hacia y para el pensamiento crítico, y una formación que contemple la dimensión ambiental y social como objeto complejo y multidimensional, significa sistematizar e integrar contenidos y prácticas docentes. Esto permitirá, con un enfoque holístico, abordar la problemática de la práctica profesional responsable, desde una visión reflexiva que vaya más allá de los procesos ecológicos y tecnológicos e integre los procesos sociales y culturales. El fomento de una conducta crítica y humanista, y la apropiación de convicciones éticas ambientales en el Ingeniero Agrónomo, requieren del establecimiento de estrategias, modelos y buenas prácticas docentes, que a partir de una actitud pensante, contribuyan a la integración de las dimensiones sociocultural y técnica. En este sentido el presente trabajo aporta una estrategia para promover una actitud crítica en futuros ingenieros agrónomos que se sustenta básicamente en la intervención mediante estrategias pedagógicas en el proceso de formación de este profesional, a través de actividades prácticas innovadoras.