Estudiamos el rol de la revista literaria Puro Cuento en cruce con el complejo proceso de democratización iniciado en la Argentina en el año 1983. En un contexto social en el que intelectuales y escritores buscan redefinir y fortalecer proyectos para la reconstrucción cultural del país, el periodismo cultural será uno de los escenarios donde se dirimen los debates del campo. Puro Cuento, publicación dedicada a este género, fundada por el escritor Mempo Giardinelli, en noviembre del año 1986, propone un proyecto particular que sostendrá a lo largo de los treinta y seis números de su emisión hasta su cierre en el año 1992. La línea teórica inaugurada por la Historia Cultural nos dio el marco apropiado para analizar, en los discursos inscriptos en la revista, el proyecto de recuperación cultural que ésta propone. El editor apuesta a rescatar la tradición cuentística local y latinoamericana como lugar sobre el que asentar su espacio literario en dirección a un público amplio. El cuento, a la vez que literatura, será un lugar simbólico para la reparación cultural. Alejada de posturas academicistas, la revista invita al lector a participar de un diálogo crítico entre escritores y lectores sobre creación literaria. En él, la literatura mantendrá un eje oscilante: como estética y también como ética. La narración es así recuperada como poder social: resguardo de la memoria, fuerza de diversidad y de una identidad creativa desmembrada durante la dictadura. En ese sentido la revista va al rescate de las zonas excluidas, elididas, subalternizadas de producción cultural, y denuncia los núcleos enquistados de autoritarismo allí donde, en democracia, perviven naturalizados. Para Puro Cuento la acción cultural es también creación de resistencia ciudadana.