Las noticias que provienen de nuestros centros de enseñanza son verdaderamente preocupantes: los casos de acoso de diferente tipo, y los episodios de violencia están dejando de ser casos asilados para pasar a marcar una tendencia cada vez más peligrosa; los docentes parecen desbordados y desde muchos puntos de nuestra sociedad se reclama una revisión de los planteamientos educativos; desde aquí planteamos una reflexión sobre las posibilidades de la metodología cooperativa para la prevención de este tipo de problemas a través de una formación de nuestros jóvenes mucho más humana, en la que los propios alumnos tengan un papel activo y responsable como paso fundamental en su formación global como personas.