Los desafíos físicos cooperativos pueden definirse como actividades físicas cooperativas de objetivo cuantificable, planteadas en forma de reto colectivo, donde el grupo debe resolver un determinado problema de solución múltiple, adaptando sus acciones a las características individuales de todos y cada uno de los participantes. La presente comunicación pretende mostrar la experiencia realizada en el CEIP “Miguel Hernández” de Laguna de Duero (Valladolid) orientada a determinar si un programa de desafíos físicos cooperativos diseñado podía favorecer la aparición de conductas prosociales, beneficiar las relaciones interpersonales dentro del grupo y motivar a algunas personas que habían manifestado en la encuesta inicial un rechazo o una baja consideración hacia la actividad motriz.