La presente ponencia trata de indagar en el grado y tipo de interacción que hoy en día se da entre las familias y las escuelas españolas para poder construir, posteriormente, un modelo de participación efectivo que responda tanto a las necesidades y demandas del contexto educativo como del contexto familiar.
Dicho modelo de participación está condicionado, entre otros factores, por los continuos cambios sociales, políticos y económicos a los que se ve sometida la sociedad de hoy. La implicación de los padres en el proceso educativo de sus hijos, podría plantearse como una de las medidas a considerar para prevenir y /o paliar los efectos negativos de tales cambios. En los centros educativos es frecuente que se atribuyan estos problemas a la deficiente educación familiar; mientras que por el contrario, muchas familias lo atribuyen al deterioro social y a la falta de motivación de una gran parte del profesorado. Este hecho constituye uno de los ejemplos que pone de relieve las continuas acusaciones que la escuela y la familia se hacen en este sentido.
Una comunicación más asidua y fluida entre profesores y padres y una actuación educativa coordinada por ambas partes podrían solucionar los problemas que se derivan de esto.