Ya mucho antes de que se empezara a estudiar científicamente la arqueología suramericana se había levantado un mito, que ha revelado ser extremadamente peligroso por las consecuencias funestas que aún hoy ejerce sobre numerosos investigadores.
Me refiero a la extensión que habría alcanzado la cultura de Tiahuanco. La expresión “Imperio de Tiahuanaco” yace en los escritos de innumerables autores, la mayoría de los cuales supone la existencia, más o menos remota, de un poderoso imperio, cuyos límites generalmente se hacen coincidir con los que más tarde tuvo el Imperio Incaico