Inicialmente, dentro de las materias primas utilizadas en la fabricación de envases para alimentos se pueden citar el metal, el vidrio y el papel. En los últimos cincuenta años ha habido una sustitución gradual de estos materiales por polímeros provenientes de la industria petroquímica ya que los mismos permiten obtener materiales flexibles con características distintivas. A pesar de que la mayoría de los productos poliméricos sintéticos derivados del petróleo garantizan la protección deseada en términos de costo, conveniencia, formato, marketing y características físicas, químicas y ópticas, tienen la desventaja de que no son biodegradables, siendo responsables de gran parte de los residuos contaminantes que se acumulan en la naturaleza. Además, su fabricación requiere un alto costo energético y generalmente se descartan tras el primer uso, siendo su destrucción también muy costosa y contaminante. Por lo tanto, ha surgido la necesidad de proponer restricciones ambientales basadas en una verdadera política de control de residuos no degradables con el fin de reducir la cantidad de desechos de envases además de reutilizar los materiales y reciclarlos para producir nuevos insumos.
Así, se han realizado numerosos estudios para valorar algunos materiales alternativos; en ese sentido, surgió el concepto de materiales biodegradables asociado al uso de materias primas renovables. Los mismos son capaces de ser degradados por el medio ambiente (expuestos a condiciones óptimas de humedad, microorganismos presentes en el suelo y oxígeno) en sustancias simples (agua y dióxido de carbono) y biomasa. El reemplazo de los envases sintéticos convencionales por materiales biodegradables puede reducir el uso de recursos no renovables y disminuir los desechos ambientales a través del reciclado biológico del sistema. Si bien, estos materiales son considerablemente más caros que los sintéticos convencionales, el mejoramiento de las prácticas de producción, que puedan realizarse a escala industrial y el aumento de los costos de los recursos fósiles conduciría a una situación económica más favorable.