Monika Treut constituye un ejemplo paradigmático del cruce entre la cinematografía queer y el activismo de género en el ámbito de habla alemana. El surgimiento de categorías como disidencia sexual, queerness, pospornografía, entre otras, que generan un debate en el seno de los movimientos feministas de principios de los ochentas, tanto a nivel teórico como a nivel político y activista, son cuestiones que podemos apreciar con claridad en las películas de Treut de los años ochenta y principios de los noventa: Verführung: die grausame Frau (1984, codirigida en colaboración con Elfi Mikesch), Die Jungfrauenmaschine (1988) y My father is coming (1991). Este trabajo analiza el caso particular de Die Jungfrauenmaschine deteniéndose, por un lado, en la proyección del debate en torno a la pornografía (lo que fue conocido en los años ochentas en el movimiento feminista norteamericano como las "Sex Wars") y, por otro lado, haciendo hincapié en cómo el binarismo de género y la identidad sexual son confrontadas desde la sexualidad disidente y su representación cinematográfica.