Nuestro trabajo se enmarca en una investigación colectiva más amplia, el Proyecto de Investigación Plurianual de Conicet “Antologías argentinas: intervenciones sobre el canon y emergencias del imaginario”. En esta ponencia nos proponemos explorar una de las hipótesis de partida del mencionado proyecto: el antologador se construye no sólo como un “superlector”, capaz de dirigir las lecturas de los demás (Guillén 1985) sino también como sujeto autoral, creador. Una antología, por lo tanto, podría leerse como “obra” artística.
Examinaremos las modalidades de presencia de este sujeto autoral a partir del análisis de Libro del cielo y del infierno , antología compilada por Adolfo Bioy Casares y Jorge Luis Borges publicada en 1960. Esta obra constituye un caso privilegiado para rastrear la faceta “creativa” del trabajo del antólogo, en tanto las operaciones que realizan Borges y Bioy exceden con mucho la mera selección y compilación del material.
Estudiaremos tres operaciones realizadas por los antólogos, con especial atención a los efectos estéticos que estas producen. En primer lugar, el recorte y el montaje de fragmentos que, si bien puede considerarse procedimientos básicos de cualquier antología, adquieren en Libro del cielo y del infierno matices que merecen ser considerados. Por otra parte, nos detendremos en los títulos con los que los antólogos introducen los fragmentos seleccionados. Por último, relevaremos la inclusión en la obra de numerosos textos de los propios antologadores presentados bajo atribuciones falsas.
Esperamos demostrar que Libro del cielo y del infierno constituye una suerte de “caso límite” que desestabiliza el género antología, convirtiendo a los antologadores en verdaderos autores.