Poética de la extrañeza la de Alejandra Pizarnik. Escritura hermética, resultado trabajoso de los desvelos de un autor maldito, mezcla perversa de pureza y provocación, de inocencia y crueldad. Escritura que va dibujando su trazo complejo como un cruce entre diversos caminos que la alejan del mundo, como un modo de afirmación de una nueva cercanía con el mundo.
Si el fracaso del formalismo ruso y del estructuralismo en su afán de definir una "esencia de la literatura" (la literaturnost) o de hallar un modelo universal que fuera el modelo de todo texto posible ha dado lugar a la convicción de que cada texto busca las teorías desde las cuales sea posible pensarlo y cada teoría busca los textos en los cuales funcionar adecuadamente. será necesario entonces encontrar el lugar de esta escritura.
La poesía de Pizarnik ocurre en sus palabras, sus frases, sus ritmos, sus metáforas de modo tal que a poco de recorrerla nos encontramos sumergidos en un lenguaje hermético, un mundo cerrado cuyas claves de apertura deben buscarse en su interior mismo. El trabajo ele lectura y relectura. el retorno paciente sobre los textos será el que pueda descubrir algunas de las múltiples entradas que permiten recorrer su poesía con vocación de madriguera; el que nos permita "comprender" esta escritura, entendiendo esta comprensión no como un modo de acceso a un mensaje único ubicado en cierto centro laberínticamente labrado sino como pistas para tr buscando las entradas y salidas, diversas y ambivalentes, de las redes de sentido.
Ubicada en los márgenes de la lejanía la poética de Alejaodra Pizarnik irradia hacia lo otro teórico esa misma lejanía como estrategia productiva y la propone como estrategia crítica para descubrir y describir la proximidad de su experiencia.
Si dentro del panorama cultural argentino de los años sesenta la poética de Pizarnik asume conscientemente la responsabilidad de su propia irresponsabilidad, si se hace cargo de retomar la línea de la tradición romántico-simbólico-surrealista de la poesía, si se decide por el eje de la gratuidad por oposición al "compromiso" de las poéticas y los poetas que le son contemporáneos, su "compromiso" con la autonomía se constituye en el soporte mismo de la práctica poética.
Podemos vislumbrar entonces la constitución de una escritura que es una sucesión de instancias de alejamiento con respecto a una realidad que se concibe en términos vagamente político-revolucionarios, pero también con respecto a una realidad y a unos códigos estéticos que se vuelven cada vez más permeables a las leyes del mercado y a los mecanismos de construcción y recepción característicos de los medios de comunicación masiva.
El alejamiento múltiple y cruzado que opera como principio constructivo del poeta y su poema persigue varios caminos sucesivos o simultáneos que intentaremos trazar en un trabajo que adquirirá entonces más el carácter de una lectura-reescritura (hilo de Ariadna o nuevo laberinto) que de un análisis explicativo.