Entre marzo de 1997 y marzo de 1998 se publicó la trilogía La voluntad. Una historia de la militancia revolucionaria en la Argentina, de Eduardo Anguita y Martín Caparrós. La obra volvió a reeditarse corregida y aumentada en el mes de febrero del año 2006, esta vez por la editorial Booket (sello de bolsillo del Grupo Planeta), en cinco tomos y con un tiraje de 4000 ejemplares. En el presente trabajo nos ocuparemos de dar cuenta brevemente de ambos contextos de publicación, diferentes en lo que hace al desarrollo del llamado “trabajo de la memoria” (Jelin 2002) en la Argentina. Por otra parte, dado que algunos cientistas sociales reaccionaron de forma hostil a La voluntad, llegando a acusar a sus autores de oportunismo y afán de lucro (en otras palabras: de “querer vender” por sobre la mera indagación crítica de nuestro pasado reciente), se deberá poner en contrapunto esta recepción erudita negativa con la muy favorable acogida por parte del público lector no especializado, reflejada en las cifras de venta. A los fines de indagar estas reacciones divergentes, se analizarán tres rasgos presentes en la textualidad de La voluntad: su carácter de “inventario de época” (mediante el cual sus autores pretendieron establecer una filiación con la “novela imposible” que Rodolfo Walsh soñó, planificó y esbozó a lo largo de toda su vida), y lo que hemos dado en llamar la “estetización de la política” y el “aplanamiento conceptual”. Por último, se dará cuenta de algunas líneas de ruptura y continuidad entre La Voluntad y el resto de la obra narrativa ficcional de Eduardo Anguita y Martín Caparrós.