Las obras de carácter antológico organizan una muestra de la producción literaria de un período determinado y constituyen una postura crítica respecto de esa producción, pues el hecho de elegir ciertas obras y descartar otras implica un ejercicio crítico y canonizador. En 1996, Mirta Yáñez y Marilyn Bobes publican Estatuas de sal. Cuentistas cubanas contemporáneas, compilación que fundamentan en la necesidad de llenar un vacío debido a la neutralización y/o silenciamiento de la narrativa escrita por mujeres en Cuba. El acto de publicar es una forma de intervención en el espacio social y esta toma de la palabra es una forma de inaugurar un lugar, un espacio y, ante todo, de crear una genealogía legitimadora. Cuando la que contribuye al ejercicio de crear una tradición es una compilación, resulta imprescindible investigar las tensiones subterráneas que sostienen sus cimientos así como analizar las distintas operaciones de rupturas y desvíos que buscan construir una genealogía paralela o por fuera de la canónica.