El objetivo de la ponencia es analizar críticamente algunos de los principales postulados de la teoría de Erving Goffman sobre la interacción social y la vida cotidiana, teniendo en cuenta la propuesta que hace León Trotsky en “Problemas de la vida cotidiana” (1924). La pregunta que guía el trabajo es si es posible analizar la interacción social y las prácticas de la vida cotidiana dejando en un lugar subsidiario al contexto social e histórico en el que se desarrollan. Especialmente si se parte de la problemática que expone Trotsky en torno a que en general las prácticas cotidianas de la sociedad rusa, en la época de transición, se mantuvieron invariables pese a los procesos de transformación que se habían efectuado sobre las relaciones económicas de producción, demostrando el mayor grado de perdurabilidad y la raíz estructural de los elementos que se ponen en juego en las relaciones sociales cotidianas. En las conclusiones se busca avanzar sobre algunas reflexiones tendientes a problematizar la importancia que reviste la vida cotidiana como objeto de estudio válido para las ciencias sociales; pero también las vinculaciones entre objeto de estudio y perspectiva teórica, teniendo en cuenta que los autores citados se inscriben en líneas teóricas claramente diferenciables. Los ejes abordados permiten poner en discusión las tensiones que han atravesado históricamente a la sociología: individuo-sociedad, subjetivismo-objetivismo, estructura-acción, micro-macro.