Los estudios sobre nacionalismo, antisemitismo, racismo y discriminación han vuelto a concitar en los últimos años el interés de investigadores de distintos lugares del mundo, al calor del resurgimiento de movimientos nacionalistas que en no pocas ocasiones presentan perfiles nítidamente xenófobos. Paralelamente, las nuevas problemáticas abiertas en las sociedades desarrolladas en función de las migraciones masivas, las “políticas de identidad” y el multiculturalismo proporcionan un campo fértil para los debates teóricos y la investigación empírica, renovando el interés de los historiadores en estas áreas.
La relevancia de nuestra investigación - que se inscribe en estas renovadas preocupaciones - se desprende entonces de la posibilidad de realizar un aporte historiográfico en un área hasta ahora no demasiado transitada de modo específico y sistemático, que contribuya a elucidar un importante aspecto de la historia de la Argentina del siglo XX.
Nuestra investigación se abre en 1919 - a través de una reconsideración de la Semana Trágica - para cerrarse en 1945. año en que se conjugaron el surgimiento del peronismo, que modificó radicalmente el escenario político nacional - y en su interior, la dinámica misma del campo nacionalista - con la finalización de la Segunda Guerra Mundial y ias transformaciones del contexto internacional que ello implicó. Sin embargo, debimos iniciar nuestro análisis a fines del siglo XIX para lograr dar cuenta tanto de las características del nacionalismo cultural cuanto de los orígenes de las teorías acerca del complot judío en la Argentina, elementos que consideramos indispensables para explicar los sucesos de enero de 1919 y las transformaciones del nacionalismo durante la primera mitad del siglo.