Preguntarse por el origen de la teoría social, sin duda supone rastrear los debates que le dieron origen: ¿En qué momento se produce el pasaje de la especulación filosófica al pensamiento de lo social? ¿Qué elementos definen o integran el complejo entramado de relaciones que supone “lo social”? ¿Es posible discernir sin riesgo de error qué es sociología y qué no lo es? Efectivamente, los límites que delinean una ciencia suelen presentarse difusos, al menos en sus comienzos. Corrientes de pensamiento, conceptos, tradiciones, escuelas, suelen combinarse, sintetizarse en planteos que hacen historia. Y este es, por cierto, el caso de Karl Marx que, sin ser sociólogo, es reconocido como uno de los “padres fundadores”. Probablemente uno de los primeros en analizar lo social desde una perspectiva histórica y material, la llamada concepción materialista de la historia.