La teoría de Simon propone que los descubrimientos científicos son procesos normales de resolución de problemas cuyo método básico es búsqueda selectiva (heurística). Esta teoría toma tanto una aproximación por vía de modelos computacionales, como una vía que podríamos llamar filosófica. Esta dualidad en la aproximación al descubrimiento científico dentro del programa de Simon es producto de numerosos trabajos previos desarrollados junto a otros colaboradores entre los que se destaca Alien Newell.
Luego de casi tres décadas, en las que se ha desarrollado mucha investigación en las áreas nombradas y en las que han habido muchas discusiones, queda la pregunta de en qué estado ha quedado el descubrimiento computacional basado en la teoría de resolución de problemas de Simon.
Hay que destacar que la investigación en estas áreas no está libre de tensiones. Por un lado, tenemos nuevos sistemas computacionales, como redes neuronales, algoritmos genéticos, computación con ADN, autómatas celulares, programación genética, que nos hacen ver que reglas muy simples poseen mucho poder para enfrentar complejidades crecientes. Por otro lado, la filosofía y la historia de la ciencia muestran casos de una complejidad que no parece abordable con los métodos simples propuestos por las tendencias actuales de los modelos computacionales. Además, hoy es parte de la filosofía de la ciencia un concepto de heurística que tiene una significación no reducible a reglas implementables en un algoritmo. No obstante, casi todos proponen como meta y actividad principal la resolución de problemas. Este aparente acuerdo entre estas dos tendencias me llevó a que el objetivo final convergiera en la definición de los términos que ambas comparten. A partir de estas definiciones o caracterizaciones, intento evaluar el valor de la noción de resolución de problemas como estrategia para dar cuenta del descubrimiento científico.