El período comprendido entre la caída del segundo gobierno de Perón y el estallido social y político conocido como el “Cordobazo” constituye lo que la bibliografía especializada ha llamada “larga década del sesenta”. Ésta se define por una serie de transformaciones radicales en la clase media que se conjugaron con el advenimiento de preguntas teóricas disruptivas y realineamientos políticos, ambos basados en novedosas cuestiones coyunturales, como la “cuestión peronista”, la Revolución Cubana y las transformaciones generadas por el Concilio Vaticano II. Todos estos elementos definieron, en última instancia, una renovación profunda del campo intelectual y político