El período inaugurado por el triunfo del Frente Justicialista de Liberación (FREJULI) y la posterior asunción de la presidencia de Héctor Cámpora- es decir, la llegada al poder del peronismo tras dieciocho años de proscripción- fue proyectado como la apertura de un proceso institucional que encauzaría la alta conflictividad social y política que caracterizó a la Argentina desde la década del sesenta- aun más tras el Cordobazo (1969) y el fusilamiento del General Pedro Eugenio Aramburu por parte de la organización político-militar Montoneros (1970). Sin embargo, como señala una amplia bibliografía, los incidentes cercanos a la Plaza de Mayo, el mismo 25 de mayo de 1973, durante los actos de la asunción presidencial y la posterior sanción de un decreto presidencial que amnistiaba a los “presos-políticos” de las dictaduras de Onganía y Lanusse, evidenciaría que la conflictividad política estaría lejos de aquietarse.