En los últimos años del siglo XX, el modo de desarrollo neoliberal ha entrado en una fase de profunda crisis en todas las regiones del mundo. El proyecto de sociedad que ha representado el neoliberalismo, entendido como un proceso de reestructuración de las lógicas de la acumulación de capital a escala global, se inició a fines de los años setenta y permitió restaurar el poder y los ingresos de la clases dominantes (Harvey, 2007). Dicho proceso fue exitoso en términos de estos objetivos pero condujo, al mismo tiempo, a profundizar las contradicciones económicas, sociales y políticas preexistentes y a generar nuevas contradicciones – sobre todo ligadas a la mundialización/transnacionalización del capital y a las innovaciones del capital financiero. La agudización de estas tensiones y contradicciones son las que permiten comprender la crisis de este modo de desarrollo y han sido objeto de estudio reciente de una variedad de autores.