El presente artículo analiza la evolución de la doctrina contrainsurgente en las dos últimas décadas prestando especial atención a su evolución a partir de la invasión de Irak y Afganistán. Para los estados la lucha contrainsurgente ha ido presentando una importancia creciente desde la segunda posguerra hasta convertirse en la principal forma de guerra en la actualidad. Si hasta la segunda guerra mundial la principal forma de guerra era la guerra entre Estados, en la actualidad las que presentan mayor regularidad son aquellas en las que se enfrentan un actor estatal y otro no estatal. Al choque de fuerzas regulares (Estatales) y no estatales (irregulares) se le ha dado una variedad de nombres: guerra irregular, guerra asimétrica, guerra de cuarta generación entre otros; en todas ellas el problema de la insurgencia es capital