En el presente artículo, se describen, por un lado, los recientes allanamientos judiciales ocurridos durante el verano del 2011 en el país, particularmente en la Provincia de Buenos Aires, a raíz del incumplimiento, por parte de las empresas, de las normas mínimas de seguridad e higiene. Describiremos caso por caso con el propósito de observar en qué condiciones se hallaban empleados los trabajadores y cuáles fueron las acusaciones concretas en cada uno de ellos. En segundo lugar, observaré y analizaré el modo en que la prensa de izquierda, específicamente del Partido Obrero y Partido de los Trabajadores Socialistas, ha abordado el problema. Sostengo que ambos han realizado una caracterización errónea de los sucesos. En efecto, al referirlos como “trabajo esclavo”, se les atribuye, implícitamente, carácter excepcional cuando se trata, en realidad, de la regla en la sociedad capitalista.
En tercer lugar, me referiré, a partir de datos del año 2009, a las condiciones de trabajo en el desflore de maíz en que se desempeñan los peones golondrinas de la provincia de Santiago del Estero en semilleros de Argentina. Como veremos, tanto en el 2009 como en el 2011, los obreros desarrollan sus tareas en las mismas y miserables circunstancias laborales. Es decir, los del 2011 no fueron casos excepcionales, sino normales en lo que al agro argentino respecta.