En nuestro país, el diseño e implementación de políticas en el campo de la salud se ha sustentado en una concepción de salud que remite al modelo de atención biomédico y de la Salud Pública ‘tradicional’. A partir de dicha concepción se han organizado acciones que se consideran necesarias para dar respuesta a aquellas situaciones visualizadas como problemáticas y que requieren de la intervención del Estado. Por otra parte, desde una perspectiva medicalizante y estereotipada, se utilizan como principales criterios para la generación de planes y programas en este campo, la distinción según enfermedades específicas, grupos de edades y el género.
En particular, en el presente trabajo resulta de interés analizar el abordaje de la salud de los y las adolescentes y jóvenes. Al respecto se planteará, por un lado, la pregunta por las nociones de adolescencia y la juventud que los han constituido como grupo poblacional con determinadas características; el modo en que tales supuestos subyacen las intervenciones y el sentido que éstos les otorgan y, por otro lado, aquellos aspectos de la vida de estos jóvenes que son considerados “problemas” en función de los rasgos atribuidos a éstos en tanto grupo social particular.