Las definiciones [de colección] hacen hincapié en el producto. Un legado que queda a quien, en términos materiales, posee los volúmenes en su biblioteca personal (con el interés de conservar esos lomos idénticos en el mismo estante, o bien duda en mezclarlos con los otros libros de su selección propia), a los historiadores y críticos literarios, a los revendedores de lotes de libros… entre otros particulares o instituciones que divisan y valoran el conjunto. Experiencia netamente diversa, en cambio, es la que ofrecen los autores y responsables de las colecciones, sus directores. Es en el margen interno de la experiencia editora que se deja entrever, detrás del orden visible de una colección concluida como efecto a posteriori, un proceso multifacético y mucho más dinámico. Algunos casos ofrecen con mayor contundencia esta dinámica. Es el caso de la Serie del Encuentro del Centro Editor de América Latina (CEAL), a la que estarán dedicadas las siguientes observaciones.