En los últimos años las políticas de prevención del delito basadas en el uso la videovigilancia de espacios públicos se han expandido rápidamente por las principales urbes lationamericanas. Como nuevo dispositivo de control social, las cámaras de seguridad traen importantes transformaciones tanto en las tramas urbanas como en la definición de políticas de seguridad. Sin embargo se trata aún de un tema de investigación ausente en el campo de estudios sobre las políticas de seguridad de nuestro país. Nuestro objetivo será ensayar algunas reflexiones a partir de los emergentes de una investigación en curso en un organismo municipal de monitoreo de una ciudad bonaerense. Entendida la videovigilancia como práctica compleja de interpretación del riesgo y gestión de situaciones peligrosas, partimos de la perspectiva de los propios trabajadores sobre sus tareas cotidianas para reconocer el modo en que estructuran su tarea y los marcos interpretativos que la organizan. El resultado será una singular combinación de pragmatismo y moralidad que articula tecnología y seguridad en la noción nativa de “hacer la prevención”. Finalmente, intentaremos indagar cómo estos marcos interpretativos se ponen en juego a la hora de pensar al relación del organismo con el afuera poniendo en relieve la textura política de las prácticas de vigilancia y sus tensionadas relaciones con el ámbito de la política local.