Desde el punto de vista del trabajador de la salud en la esfera pública, la intervención con la comunidad supone una articulación de diversos actores sociales que deberá contar desde el vamos con esa coautoría: desde la definición de los problemas de salud, las prioridades del proyecto, los objetivos, las actividades, la evaluación... Supone un proceso de retroalimentación y constante modificación, redefinición, apertura, nuevas jugadas, cierres parciales, cambios en las condiciones de frontera del propio proyecto pero también del grupo que lo lleva adelante; y los siempre presentes momentos de alta conflictividad. En la medida en que seamos capaces de afrontar esta tarea se consolidará la participación de los todos los actores implicados como motor del proyecto propuesto.
Dentro de este marco conceptual general anclado en la Psicología Comunitaria y la Salud Colectiva y como psicóloga en Unidades Sanitarias y docente/tutora de la asignatura “Trabajo en Terreno” de la Carrera de Medicina de la UNS, propongo partir de un proyecto en funcionamiento en el Barrio Latino de la ciudad de Bahía Blanca como un disparador de reflexiones sobre nuestros saberes y prácticas en torno al proceso salud-enfermedad-atención en la comunidad.