En medio de la proliferación de estudios sobre adolescentes/jóvenes, los relacionados con la alimentación y la actividad física centrados en las percepciones y prácticas de los propios actores son escasos, evidenciando que estas temáticas representan un área de vacancia sobre las cuales cabe reflexionar y aportar. En esta ponencia presentamos los resultados de un estudio piloto realizado a fines de 2011 en la Escuela N° 1 de La Plata enmarcado en otro más abarcativo, representativo de escolares de nivel medio de escuelas públicas de la provincia de Buenos Aires. El mismo se llevó a cabo a través de una encuesta autoadministrada semiestructurada acompañada por un equipo de encuestadores que estimulaba y supervisaba la actividad. Las preguntas se organizaron alrededor de distintas dimensiones: características del alumno, de su hogar y de su vivienda; condiciones de seguridad alimentaria del hogar; hábitos alimentarios, razones y apreciación de la propia alimentación; percepción de la imagen corporal y realización de dietas; enfermedades autoreferidas derivadas de -o que restringen- la alimentación; apreciación, uso y sugerencias referidas al servicio alimentario escolar; apreciación, consumos y sugerencias relacionadas con el kiosco/buffet de la escuela; realización de actividad física escolar y extraescolar, razones y valoración de dichas actividades; realización de actividades sedentarias, razones y valoración de las mismas. En el análisis tendremos en cuenta las diferencias de género en tanto asumimos que esta variable interviene en percepciones y prácticas diferenciales. Son numerosos los estudios que indican que la preocupación por la imagen corporal y los trastornos alimentarios son más frecuentes entre las mujeres, incidiendo en ellas marcadamente las presiones de los modelos corporales en la aceptación social y el afianzamiento de la identidad.