La educación de los niños y niñas estuvo siempre bajo la lupa de la heteronormatividad y la diferenciación binaria entre los sexos; es decir, el modelo pedagógico que sometió a niños y niñas durante siglos en el mundo occidental estuvo claramente enmarcado en la arbitrariedad de la clasificación bimórfica (Molina y Maldonado, 2011:124). Esta matriz aún está presente en las aulas de escuelas secundarias, como trata de dar cuenta el presente trabajo.
Aquí nos ocuparemos de analizar escenas de prácticas de lectura y escrituras en escuelas medias y espacios de la formación docente donde se tensionan los estereotipos de género, las masculinidades hegemónicas y las sexualidades reconfigurando la construcción de género en el aula y dando cuenta de la necesidad de redimensionar y priorizar la mediación docente en el aula.