El estrucuralismo como método nace explícitamente en 1929, al calor de las investigaciones del Círculo Lingüístico de Praga, animado por Roman Jakobson. Es en las conocidas Tesis de esa agrupación donde se habla por primera vez de la búsqueda de “la estructura de los sistemas lingüísticos” (V.V.A.A, Tesis: 17) como objetivo primordial de la língüística. Algo anterior, aunque de ese mismo año, es una nota de Jakobson aparecida en el periódico checo Čin, en el que se encuentra esta contundente declaración:
Si tuvieramos que resumir la idea rectora de la ciencia actual en sus más variadas manifestaciones, difícilmente podríamos encontrar una designación más apropiada que la de estructurlismo. Cualquier conjunto de fenómenos examinado por la cienca contemporánea es tratado no como aglomeración mecánica, sino como un todo estructural, y la tarea básica consiste en revelar su sistema interno, ya sea éste estático o en desarrollo.