Ha venido surgiendo en la literatura española de las últimas décadas una serie de relatos que intentan, con mayor o menor afán revisionista, la reinterpretación de los hechos históricos recientes, en especial, los referidos a la Guerra Civil, la crisis de Posguerra y el Exilio. En este marco, la escritora asturiana Susana Pérez Alonso inscribe su última novela, Melania Jacoby (2010). La novela está articulada en base a dos ejes centrales: la historia de una mujer adelantada a su época, que cuestiona radicalmente el orden impuesto por el poder masculino, y la irrupción del conflicto minero de 1934, que dibujará desde sus márgenes un mapa de recorridos por la situación social, política y económica de la Asturias previa a la Guerra Civil. En comunión con las fuerzas naturales y a partir de su lucha junto a los mineros, Melania Jacoby intenta no sólo detener el proceso de deshumanización al que parecen estar condenados, sino que también, respondiendo al deseo ancestral de restitución de la Unidad perdida entre el Hombre y la Naturaleza, cifra en el poder del amor, la más visceral de las punciones humanas, la única vía de escape de aquéllos ante el horror inminente al que su país se precipita.