En la novela Rabos de Lagartija (2000), Juan Marsé recrea el escenario de la posguerra en un margen de Barcelona a través de los ojos de un niño. Un constante zumbido en sus oídos convoca voces que le propondrán relatos alternativos, diversos, del contexto precario que lo rodea. El tópico del aparecido, recurrente en la narrativa de la memoria, se construye aquí con una lógica inversa a los relatos ya canónicos sobre la posguerra, dado que la presencia del padre desarma el relato heroico con el que la imaginación del niño trata de fortalecer su identidad como sujeto. En esta exposición analizaremos el uso del tópico puesto en relación con la poética del autor.