El expediente presentado, que se compone del reclamo de Ibáñez, el informe del Alcalde de la Santa Hermandad, y la resolución que ordena la devolución por parte de Salvador Amenábar de las niñas Isabel y Gerónima a su padre, nos pone frente a la realidad de las áreas marginales de la colonia, donde la pobreza de ciertos sectores los condena a la separación entre padres e hijos, a una convivencia en el hacinamiento, a sociabilidades censuradas, a una sexualidad temprana, y sobre todo los hace vulnerables al control del Alcalde, el Vicario y miembros de la sociedad —los denunciantes- aliados a aquéllos. Constituye también el documento una imagen de la provisoriedad de las parejas y los grupos fnmi1 lares, ya por decisión personal, o más frecuentemente por la de las autoridades, quienes someten tanto a niños como adultos con lazos tutelares, separándolos, casándolos, desterrándolos, entregándolos en depósito u adopción.
La debilidad de estos lazos familiares nos sugiere condiciones adversas al desarrollo de una población permanente. El elevado número de hijos ilegítimos en los registros parroquiales, llamados "hijos de padres no conocidos", "hijos de la Iglesia" o bien "hijos naturales", motivaron nuestra búsqueda de una explicación que contemplara las condiciones en que se constituían las parejas, las identidades socio étnicas de las mismas, las proyecciones en la formación familiar y su reproducción a lo largo del siglo. Asimismo, nos llevaron a explorar sectores de poder: Iglesia, Estado, familias privilegiadas. Hipotetizamos una correlación entre sexualidad, sociedad marginal e ilegitimidad. Creemos que ésa es una realidad que necesitamos recuperar.
Analizaremos la documentación, no sólo con un criterio demográfico, sino también como expresión del imaginario de la sociedad, de los parámetros que la autoridad religiosa considera necesario registrar y finalmente como indicadores para una reconstrucción de las formas que adoptó la sexualidad marginal.