El problema del conocimiento en las Regulae no consiste en cómo transformar el conocimiento en las cosas mismas, ni consiste en cómo copiarlas o imitarlas con la mayor semejanza posible, ni consiste tampoco en hallar una cifra, como sostenía Borges. El problema del conocimiento de René Descartes es otro.
Para desarrollarlo debemos volver sobre una opción epistemológica básica: o el conocimiento es evidente y por lo tanto conocemos que conocemos, o contrariamente no es inmediato y por lo tanto no conocemos que conocemos y es imposible conocer1. Mientras que esta segunda opción es obviamente la adscripta por los escépticos, la primera es la de nuestro autor.