Este trabajo aborda un momento particular de la producción poética de los noventa: el de la construcción colectiva de una serie de representaciones de género en la poesía escrita por mujeres, que constituyen menos la asunción de una identidad naturalizada que la puesta en escena crítica de estereotipos culturales. Pero este tratamiento del género forma parte de una perspectiva más global que toma cuerpo en una poética de las superficies con rasgos pop: esa es la vinculación que se intenta esbozar, el punto en el que los nuevos modos de concebir el género y las subjetividades se articulan con el orden estético, se leen allí.