La enseñanza de la comunicación social exige actualmente un debate en torno a su calidad, debido al creciente interés del estudiantado y la ampliación de la oferta académica, como a los desplazamientos disciplinares y los ocurridos en el campo profesional. Un conjunto de nudos problemáticos es común a la mayoría de las universidades latinoamericanas y la resolución de los mismos depende de las estrategias institucionales para sortearlos, del modo de definir “calidad académica” y “evaluación” y de los procedimientos para llevar adelante esta última. Aquí se opta por el concepto de pertinencia como criterio de evaluación de la calidad, y se propone pensar los diseños curriculares desde el enfoque de desarrollo social como alternativa para superar cinco problemas identificados como transversales: la definición de los perfiles profesionales; la crisis de legitimación e identidad de las carreras, la relación de estas últimas con el marcado laboral, la dicotomía entre formación teórica y práctica, y finalmente, el vínculo ‘investigación y enseñanza’ en comunicación.