Los debates políticos entre los años sesenta y los ochenta estuvieron cobijados bajo dos conceptos marco que polarizaron las posturas. Según Norbert Lechner en los sesenta es la revolución, constatada “la inviabilidad del modelo capitalista de desarrollo en América Latina y, en consecuencia, la ‘necesidad histórica’ de una ruptura revolucionaria” (1988: 23). Mientras que en los ochenta su equivalente articulador de las discusiones es la democracia, aunque no como problema sino como esperanza (1988: 24). Propongo aquí establecer un recorrido que articule el pasaje entre éstos dos polos de matrices identitarias relevando la bibliografía de referencia, para comentar simultáneamente las representaciones cinematográficas documentales argentinas del exilio (1976-1983), constituyentes y constituidas por las matrices narrativas revolucionarias y humanitarias/democráticas en su período de transición. Los debates políticos entre los años sesenta y los ochenta estuvieron cobijados bajo dos conceptos marco que polarizaron las posturas. Según Norbert Lechner en los sesenta es la revolución, constatada “la inviabilidad del modelo capitalista de desarrollo en América Latina y, en consecuencia, la ‘necesidad histórica’ de una ruptura revolucionaria” (1988: 23). Mientras que en los ochenta su equivalente articulador de las discusiones es la democracia, aunque no como problema sino como esperanza (1988: 24). Propongo aquí establecer un recorrido que articule el pasaje entre éstos dos polos de matrices identitarias relevando la bibliografía de referencia, para comentar simultáneamente las representaciones cinematográficas documentales argentinas del exilio (1976-1983), constituyentes y constituidas por las matrices narrativas revolucionarias y humanitarias/democráticas en su período de transición.