En este trabajo me ocuparé del movimiento musical denominado Nueva Canción Chilena (NCCh) en los años posteriores a 1973, es decir la etapa de exilio, haciendo apenas mención de los años previos, que corresponden a la gestación y primer desarrollo del movimiento aquí analizado. Está bastante consensuado que los inicios de la NCCh se dieron hacia mediados de la década de 1960, en un contexto de fuertes cambios en la sociedad chilena. Hasta 1973 la mayor parte de las actividades que los músicos ligados a la NCCh desarrollaron se dieron al interior de Chile, siendo esporádicas y muy puntuales las giras o conciertos desplegados en el extranjero. Por tanto, para hablar de este segundo momento en la NCCh, es decir los años en el exilio, debemos remitirnos a la posibilidad de plantear al menos tres etapas bien definidas. La periodización aquí utilizada posee diferencias con aquella esgrimida por otros estudios que han trabajado el exilio chileno . Esta demarcación tentativa en lo temporal es producto del análisis de fuentes orales, escritas y sonoras con las cuales se ha trabajado y permitiría un acercamiento al exilio de los músicos de la NCCh más ajustado. Como primera instancia encontramos el período comprendido entre los años 1973 y 1978, que es el momento cuando se produce la diáspora que disgregará a los artistas por diversos países un a vez consumado el golpe de estado. Este momento estuvo signado por la preponderancia de acciones vinculadas a la resistencia, principalmente llevando el canto comprometido y de denuncia por diversos escenarios fuera de Chile. También fue un momento de trauma personal en la vida de los músicos, que debieron acomodarse a la nueva situación producto del exilio y el extrañamiento.
Un segundo período fue el que cubrió los años desde 1978 hasta 1981. Esta etapa presenta una desaceleración de las actividades vinculadas a la resistencia y la denuncia contra el régimen en relación al período anterior. Esto afectó en algunos aspectos al mercado laboral, ya que se vieron disminuidas las fuentes de trabajo. Pero principalmente este período estuvo signado por la triste certeza de que la caída de la dictadura no sería ni tan sencilla, ni se daría tan pronto como se había pensado. Por lo tanto, esta etapa fue de una profunda introspección de las metas y objetivos como artistas y militantes, pero también de un marcado deseo de retorno al país. A partir de dicha introspección se produjo una nueva fase en el devenir de la NCCh en el exilio, etapa que delimitaremos entre los años 1981 y 1989. Es en este período cuando se originó un cambio de carácter estético, que fue de suma importancia en algunos de los integrantes del movimiento. Cambio que se vio reflejado en una apuesta diferente en lo que refiere a la poética, y a su vez, mutaciones fundamentales en el plano de lo performativo. Nuevas búsquedas sonoras y replanteos de la propia militancia acompañaron un período marcado por la búsqueda afanosa del retorno a Chile y la posibilidad de mantener con vigencia su propuesta musical.
En esta ponencia, por cuestiones de espacio, abordaré solo la primera de las tres etapas aquí descriptas, es decir los años de la diáspora y resistencia, que van desde septiembre de 1973 hasta el año 1978.