Este trabajo trata de una generación de desplazados (migrantes, viajeros particulares, enviados oficiales, exiliados políticos o autoexiliados) viajeros todos circunstanciales que a comienzos de siglo XX eligieron Europa como continente de destino. Las marcas profundas de esa experiencia produjeron relatos de viaje y narrativas memoriales: las primeras nacidas de sus notas de viaje, las segundas de los recuerdos de los protagonistas a la distancia de un período, ambas dislocadas en tiempos, lugares, percepciones y referencias.