La literatura es viaje. Entre las múltiples manifestaciones de este tópico, exploramos el viaje como discurso, como categoría antropológica, como quiebre de la rutina. En este trabajo nos proponemos analizar desde una perspectiva semiótica el viaje de regreso del exilio a partir de la novela El testigo de Juan Villoro. La palabra exilio permite pensar en las distintas connotaciones que se desprenden de este término. Optamos por realizar un abordaje diacrónico a fin de revisar la genealogía del concepto y luego realizar un análisis sincrónico de la novela seleccionada. Pretendemos reflexionar acerca de cómo es abordada la experiencia humana del exilio desde la literatura, ya que pensamos que los discursos ficcionales presentan una mirada singular sobre los procesos exiliares. La literatura representa cómo es la vida en estas condiciones, aquello que se gana y que se pierde, cómo funcionan la memoria y la identidad ante la separación de la tierra natal. Reparamos en que el abordaje de estos procesos despliega – de manera privilegiada- una virtualidad que se basa, sobre todo, en los recuerdos que atesora la memoria.