En este trabajo se describe un proyecto de enseñanza e investigación educativa desarrollado con alumnos de nivel secundario. El objetivo principal fue construir un espacio institucional para que los estudiantes pudiesen analizar la relación entre ciencia y género y comunicar información dentro del marco de la alfabetización científica. En primer lugar se apuntó a identificar los estereotipos de género presentes en la percepción de la ciencia que tienen los adolescentes, utilizando encuestas con diferentes tipos de preguntas (abiertas y cerradas). A partir de ellas, se identificó en los alumnos una imagen de la actividad científica caracterizada por factores asociados culturalmente a la masculinidad. Teniendo en cuenta estas concepciones, se planteó el resto de las actividades siguiendo el modelo Backward Design y focalizándose en el aprendizaje de los estudiantes. Se observó que la inclusión de las relaciones de género en las clases favorecería el desarrollo de actitudes críticas y reflexivas acerca de la actividad científica, en un contexto coherente con la Ley de Educación Sexual Integral.