El principio constructivo de la trama de esta comedia es el ingenio. La sucesión de enredos y soluciones que aparecen siempre como fruto de la improvisación ingeniosa permite probar la capacidad y la inteligencia de los personajes lúcidos como Marta, Felipe y Pastrana. Los personajes poco inteligentes como Don Gómez o Lucía se ven desbordados por las trazas que ejecutan los otros. Si bien la comedia fue interpretada por la crítica decimonónica como una parodia de la hipocresía, en la actualidad cobra especial interés el análisis de los elementos cómicos operantes a través del lenguaje, como refranes, chistes, juegos de palabras y discursos paródicos sobre la honra, el valor y los tópicos más trillados de la poesía amorosa.
La ponencia analiza estos procedimientos para tratar de establecer que en esta obra la comicidad se nutre no de la hipocresía de Marta, sino de la manera lúdica en que ella explota la falsa religiosidad de quienes la rodean.