En este trabajo se propone reflexionar sobre los principales postulados de la Etnopragmática (García 1990, 1995; Martínez 1995, 2000; Mauder 2000) y los aportes que brindar a la enseñanza/aprendizaje de una lengua segunda y extranjera. Esta teoría centra sus estudios en la variación lingüística (intra e interhablante) pues en ella se reflejan los distintos perfilamientos cognitivos de los hablantes frente al mundo referido con el fin de transmitir mensajes coherentes. Esto fundamenta que el análisis de los morfemas, los cuales aportan un significado básico y constante a la comunicación, sea necesariamente en sus contextos de aparición.
A través del análisis de la variación interhablante, puede observarse cómo cada lengua o variedad lingüística proyecta una visión diferente de mundo. En cada estructura semántica, sintáctica y lexical, las lenguas cristalizan la manera en que conciben el mundo. Perder de vista esta dimensión en la enseñanza de una lengua, ya sea Materna, segunda o extranjera, significa excluir explicaciones que pueden consolidar la comprensión del uso. Aprender una lengua segunda y extranjera en su dinamismo cultural abre las puertas a otras maneras de ver y pensar la realidad, como también a reflexionar sobre las características de nuestra propia lengua. Creemos, en este sentido, que los postulados de la Etnopragmática ofrecen herramientas sumamente productivas para la enseñanza/aprendizaje de una lengua segunda y extranjera en su dinamismo cultural.