La importancia de incorporar actividades lúdicas, no como actividad ocasional sino como parte de la dinámica de la clase en tanto herramienta válida en la enseñanza de lenguas extranjeras, potenciadora de la integración y de la cohesión grupal, resulta indiscutible cuando trabajamos con niños o adolescentes. Sin embargo, solemos ser más reacios al considerar su uso con adultos. Al desafío que significa para el docente escoger, recrear o crear juegos para grupos, niveles y objetivos específicos, suele sumarse el temor a que los alumnos consideren “no seria” la propuesta.
El objetivo de esta presentación es aportar algunas reflexiones en este sentido, a partir de la definición de juego y la consideración de distintos tipos y aplicaciones concretas en el aula de ELE, según la franja etaria.