Este trabajo presenta una aproximación a la relación entre identidades juveniles y telefonía celular a través de las mediaciones de los SMS, entendidos como código en tensión entre oralidad y escritura. Para dimensionar el fenómeno, señalemos que circularon en septiembre de 2009 más de 5 mil millones de mensajitos .
Primero, apuntaremos que las transformaciones en los modos de comunicarnos redefinen las relaciones con los demás y, entonces, también la identidad; luego, se esbozarán las características de la oralidad y de la escritura, para construir la calidad de “híbrido” de estos mensajes. Partiendo de la idea que “somos hablados por nuestro lenguaje”, se abordará la utilización de los celulares y de las prácticas que con (y desde) estos dispositivos configuran e instalan nuevos sentidos en las relaciones cotidianas, como un nuevo código constitutivo de la producción y reproducción de lo social, y a la inversa. Entendemos al lenguaje como modo de configuración de la identidad y la cultura; ya que con él se perfilan las normas y se idean tácticas y estrategias para mediar con ellas. En el mismo sentido, configuran relaciones simbólicas y redefinen vínculos, en este caso, hacia una cultura móvil que genera un homo mobilis.