Frente a la afirmación tradicional que clasifica el Culex como parodia del género épico y al aporte de Ross (1975), para quien el poema parodia, saturándolos, los clichés narrativos neotéricos, el trabajo postula, mediante el análisis de los versos 1-5 del proemio y de su lineamiento argumental, que el poema se presenta y se desarrolla como una combinación lúdica de los géneros asociados al hexámetro (bucólico, épico, didáctico-geórgico). En este sentido, la construcción de la vejez del protagonista -que es sucesivamente pastor, guerrero, campesino- se apoya en un diálogo con sus emblemáticas contrapartidas virgilianas: Títiro, Príamo, el viejo de Tarento.