La actual recesión colombiana ha venido acompañada de una caída sin precedentes en el stock real de crédito otorgado por el sistema financiero al resto de la economía. En el Gráfico 1 se ve la evolución del stock real de crédito entre enero de 1998 y Octubre de 1999: el punto de fondo es que la caída equivale a 15%. Ya parece haberse identificado la existencia de una causalidad fuerte desde la oferta de crédito hacia el ritmo de actividad económica. Mientras que la sabiduria convencional atribuye el fenómeno a la caída en la demanda por crédito, Carrasquilla (1999), Echeverry y Salazar (1999) y Urrutia (1999) sugieren y presentan evidencia a favor de la hipótesis de que la reducción de la actividad económica en Colombia en buena parte ha sido afectada por una contracción en la oferta de crédito. La pregunta interesante se refiere a la naturaleza de la disminución de la oferta crediticia. Los trabajos de Echeverry y Salazar (1999) y de Urrutia (1999) argumentan que la caída en el crédito se debe a que la calidad de la cartera se ha deteriorado sustancialmente en los últimos años. El punto que hacen es el siguiente: la oferta cayó porque refleja un incremento en el riesgo de prestar. Según documentan estos trabajos, la caída del crédito se debe fundamentalmente a un deterioro del lado activo del balance del sistema financiero y no a dinámicas ligadas al pasivo.